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Referencias Cruzadas

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Hechos 2:41

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados. Aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas.

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21 Referencias Cruzadas  

Pero muchos de los que oyeron el mensaje creyeron. Así que la cantidad de creyentes, contando solo a los hombres, llegó a unos cinco mil.

Alababan a Dios y disfrutaban del aprecio general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.

Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: ―Amigos, ¿qué debemos hacer?

Les aseguro que el que cree en mí, las obras que yo hago también él las hará. Y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.

Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y alabaron el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.

Cierto día, se habían reunido como ciento veinte creyentes. Entonces Pedro se puso de pie en medio de ellos, y les dijo:

Ustedes siguieron nuestro ejemplo y el del Señor. Y, a pesar de lo mucho que sufrieron cuando creyeron en el mensaje de la buena noticia, el Espíritu Santo los llenó de alegría.

El que no le haga caso será eliminado del pueblo”.

Después de esto, José mandó llamar a su padre Jacob y a toda su familia, setenta y cinco personas en total.

Éramos en total doscientas setenta y seis personas en el barco.

Todos deben respetar a las autoridades públicas. Dios es quien da autoridad a los gobernantes, así que las que existen fueron establecidas por él.

Es decir, aquellos que hace mucho tiempo desobedecieron a Dios. Me refiero a los que no hicieron caso a Noé. Dios esperaba con paciencia que ellos se arrepintieran mientras Noé construía el arca. Pero solo unas cuantas personas, ocho en total, fueron llevadas por el arca a un lugar seguro. Estas personas fueron salvadas por medio del agua.

El segundo ángel derramó su copa sobre el mar. Y el mar se convirtió en sangre como de gente que muere desangrada. Murió todo ser viviente que había en el mar.

Simón Pedro subió a bordo y arrastró hasta la orilla la red, la cual estaba llena de pescados de buen tamaño. Eran ciento cincuenta y tres, pero a pesar de ser tantos la red no se rompió.




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