Por eso mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua. Mi cuerpo también vivirá en esperanza.
En efecto, David dijo de él: »“Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer.
No dejarás que mi vida termine en la tumba. No permitirás que el cuerpo de tu elegido se descomponga.