Otros se burlaban y decían: «Lo que pasa es que están borrachos».
Así que, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas extrañas, y entran algunos que no entienden o no creen, ¿no dirán que ustedes están locos?
Estos no están borrachos, como suponen ustedes. ¡Apenas son las nueve de la mañana!
No se emborrachen con vino, pues no podrán controlar su comportamiento. Al contrario, sean llenos del Espíritu.