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Referencias Cruzadas

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Hechos 19:17

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Cuando se enteraron los judíos y los griegos que vivían en Éfeso, el temor se apoderó de todos ellos, y el nombre del Señor Jesús recibía la gloria.

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22 Referencias Cruzadas  

Pedimos esto en oración para que el nombre de nuestro Señor Jesús reciba la gloria por medio de ustedes. De ese modo él los alabará a ustedes, pues, aunque no lo merecen, nuestro Dios y el Señor Jesucristo muestran su amor por ustedes.

Por último, hermanos en la fe, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se escuche pronto en todo lugar. Oren para que sea recibido con respeto y aprecio, tal como sucedió entre ustedes.

Tengo el gran deseo y la firme confianza de que en nada seré avergonzado. Al contrario, ya sea que yo viva o muera, ahora y siempre quiero ser valiente, para que Cristo sea grandemente alabado por medio de mí.

Al ver lo sucedido, el gobernador creyó, maravillado de la enseñanza acerca del Señor.

Y un gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que se enteraron de lo que pasó.

Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido.

Al llegar a Éfeso, Pablo se separó de sus compañeros y entró en la sinagoga. Allí les habló a los judíos acerca de Jesús.

Nadie en el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque la gente hablaba bien de ellos.

Todos estaban asombrados por los muchos milagros y maravillas que hacían los apóstoles.

Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Hay entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.

Todos los vecinos se llenaron de temor, y por toda la región montañosa de Judea se comentaba lo sucedido.

pero al despedirse les prometió: «Ya volveré, si Dios quiere». Y se fue de Éfeso en un barco.

Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo recorrió las regiones montañosas y llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos.

Entonces el hombre que tenía el espíritu maligno saltó sobre ellos violentamente y los maltrató. Los golpeó con tanta fuerza que tuvieron que huir de la casa desnudos y heridos.

Muchos de los que habían creído llegaban ahora y confesaban públicamente lo que habían hecho.




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