Esto lo hacían siete hijos de un tal Esceva, que era uno de los jefes de los sacerdotes judíos.
Algunos judíos intentaban expulsar espíritus malignos usando el nombre del Señor Jesús. Les decían a los espíritus: «¡En el nombre de Jesús, a quien Pablo predica, les ordeno que salgan!».
Un día el espíritu maligno les respondió: «Conozco a Jesús, y sé quién es Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?».