Silas y Timoteo llegaron de Macedonia. Entonces Pablo se ocupó por completo de anunciar el mensaje. Les presentaba a los judíos evidencias de que Jesús era el Cristo.
Luego les dijo: ―Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que dicen las Escrituras acerca de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.
Ustedes estudian las Escrituras con mucho cuidado, porque piensan que en ellas encuentran la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor!
Él hablaba con pasión y enseñaba con claridad acerca de Jesús. Alguien le había enseñado acerca del Señor, aunque solo conocía lo referente al bautismo de Juan.