Anunciaron el mensaje en el pueblo de Perge, y de allí bajaron a Atalía.
Han querido decirlas tal y como las contaron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra.
Pablo y sus compañeros salieron de Pafos en barco y llegaron a Perge de Panfilia. Allí Juan se separó de ellos y regresó a Jerusalén.
Entonces se juntaron tantos que ya no quedaba sitio ni siquiera frente a la puerta. Mientras él les predicaba la palabra,
Esas poderosas maravillas y milagros que he hecho las he logrado hacer gracias al poder del Espíritu de Dios. Comencé a anunciar la buena noticia de Cristo en Jerusalén, por todas partes, hasta la región de Iliria.