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Referencias Cruzadas

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Hechos 11:19

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Los que habían huido a causa de la persecución que se desató por el caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía. Allí anunciaban el mensaje solamente a los judíos.

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22 Referencias Cruzadas  

Como encontramos un barco que iba para Fenicia, subimos a bordo y partimos.

Pablo y Bernabé permanecieron en Antioquía, enseñando y anunciando la palabra del Señor en compañía de muchos otros.

Entonces los apóstoles y los líderes decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Lo hicieron de común acuerdo con toda la iglesia. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, que eran líderes reconocidos por los creyentes.

De camino a Jerusalén, pasaron por Fenicia y Samaria. Allí contaron cómo los no judíos habían creído en Jesús. Estas noticias llenaron de alegría a todos los creyentes.

Había un levita llamado José, nacido en Chipre, al que los apóstoles llamaban Bernabé, que significa: «El que trae consuelo».

Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le reclamé su comportamiento y le dije que hacía mal.

Algunos de los discípulos de Cesarea nos acompañaron y nos llevaron a la casa de Mnasón, donde íbamos a alojarnos. Este era de Chipre, y uno de los primeros discípulos.

Cuando desembarcó en Cesarea, subió a Jerusalén a saludar a la iglesia y luego bajó a Antioquía.

Esto produjo entre ellos un conflicto tan serio que acabaron por separarse. Bernabé se llevó a Marcos y abordaron un barco rumbo a Chipre.

Pablo y Bernabé les contestaron valientemente: «Era necesario que les anunciáramos la palabra de Dios primero a ustedes. Como la rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, ahora vamos a dirigirnos a los que no son judíos.

Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.

En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros. Entre ellos estaban Bernabé y Simeón, apodado el Negro. También estaban Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con el gobernador Herodes, y Saulo.

Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes. Lo envió para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades».

«¿Y este a dónde piensa irse que no podamos encontrarlo? —comentaban entre sí los judíos—. ¿Será que piensa ir a nuestra gente dispersa entre las naciones, para enseñar a los griegos?

Vayan más bien a las ovejas descarriadas del pueblo de Israel.

Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Eligieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. Además, eligieron a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás. Este último era de Antioquía y se había convertido al judaísmo.

Sin embargo, había entre ellos algunas personas de Chipre y de Cirene. Estas personas llegaron a Antioquía y comenzaron a hablarles también a los de habla griega. Les anunciaron la buena noticia acerca del Señor Jesús.

La noticia de estas cosas llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén. Así que, mandaron a Bernabé a Antioquía.

De Atalía navegaron hasta Antioquía. Fue en esa ciudad donde los creyentes habían orado por Pablo y Bernabé. Le habían pedido a Dios que los cuidara con amor mientras cumplían con el trabajo que ahora habían terminado.

Una vez despedidos, ellos bajaron a Antioquía, donde reunieron a la congregación y entregaron la carta.




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