Y es que los oían hablar en lenguas y alabar a Dios. Entonces Pedro respondió:
Cuando Pablo les puso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les indicaba que hablaran.
Estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas.
Creta y Arabia. Algunos somos judíos y otros nos hemos convertido al judaísmo. Sin embargo, ¡todos por igual los oímos anunciar en nuestra propia lengua las maravillas de Dios!».