Un día después, llegó a Cesarea. Cornelio estaba esperándolo con los parientes y amigos íntimos que había reunido.
En cuanto a Felipe, apareció en Azoto. Luego se fue predicando la buena noticia en todos los pueblos hasta que llegó a Cesarea.
Luego, Leví le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa, y había allí muchos cobradores de impuestos y otras personas que estaban comiendo con ellos.
Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ―¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Vivía en Cesarea un capitán del ejército romano llamado Cornelio, del regimiento conocido como el Italiano.
Pedro entró en la casa conversando con él y encontró a muchos reunidos.