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Referencias Cruzadas

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Hechos 1:3

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Después de sufrir la muerte, se les presentó y les dio muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.

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27 Referencias Cruzadas  

Durante muchos días lo vieron los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén. Y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo.

Una semana más tarde estaban los discípulos de nuevo en la casa, y Tomás estaba con ellos. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús entró y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. ―¡La paz sea con ustedes!

En esta carta les hablaremos acerca de aquel a quien llamamos el Verbo. Él ya existía desde antes de la creación del mundo y es quien nos da vida. Lo que les contamos acerca de él es todo lo que hemos oído y visto con nuestros propios ojos. Lo hemos visto y tocado con las manos.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.

Después de esto Jesús se apareció de nuevo a sus discípulos, junto al lago de Tiberíades. Sucedió así:

En eso Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron.

Predicaba del reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo sin impedimento y sin temor alguno.

Los hemos animado y consolado. Además, les hemos llamado la atención para que vivan como a Dios le agrada, porque él los ha llamado a ser parte de su reino y de su gloria.

Él nos libró del oscuro poder de Satanás y nos trasladó al reino de su amado Hijo.

Pues el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas. Más bien tiene que ver con dejarse guiar por el Espíritu Santo a una vida de justicia, paz y alegría.

»Por eso les digo que el reino de Dios se les quitará a ustedes y se le entregará a un pueblo que produzca los frutos del reino.

Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».

Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.

Pero Felipe les anunció la buena noticia del reino de Dios y el nombre de Jesucristo. Entonces, tanto hombres como mujeres creyeron y se bautizaron.

Pablo entró en la sinagoga y habló allí con toda valentía durante tres meses. Discutía acerca del reino de Dios, tratando de convencerlos.

Señalaron un día para reunirse con Pablo, y fueron muchísimos más a la casa donde él estaba prisionero. Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y hablándoles acerca del reino de Dios y tratando de convencerlos de creer en Jesús. En su explicación, Pablo usaba la Ley de Moisés y los libros de los Profetas.




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