Por medio de un solo hombre, el pecado entró en el mundo y, por medio del pecado, entró la muerte. Fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.
En el caso de los levitas, los diezmos los reciben hombres que un día morirán. En el otro caso, los recibe Melquisedec, de quien se dice que está vivo.
Es cierto que Leví no había nacido. Sin embargo, él y sus descendientes estaban presentes en su antepasado Abraham cuando Melquisedec le salió al encuentro.