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Referencias Cruzadas

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Hebreos 7:18

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Por una parte, el mandamiento que señalaba que los sacerdotes tenían que ser de la tribu de Leví queda sin valor por ser débil y también inútil.

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15 Referencias Cruzadas  

La Ley no pudo liberarnos, porque nuestro pecado eliminó su poder. Por eso Dios envió a su propio Hijo en un cuerpo semejante al de nosotros los pecadores. Lo envió para que se ofreciera en sacrificio por el pecado, y de esa manera le quitó al pecado su poder.

Ustedes no pudieron ser perdonados de esos pecados por la Ley de Moisés, pero todo el que cree recibe el perdón por medio de Jesús.

Pues esta Ley no hizo a nadie perfecto. Y, por otra parte, se nos presenta algo mejor en qué confiar. Esa confianza nos permite acercarnos a Dios.

Pero ahora conocen a Dios; o, más bien, Dios los conoce a ustedes. Entonces, ¿cómo es que quieren volver a estar dominados por esos poderes inútiles y sin valor? ¿Quieren volver a ser esclavos de ellos?

pues, aunque el ejercicio físico trae algún provecho, amar a Dios es mejor. Pues quien ama a Dios ve cumplidas las promesas de Dios en esta vida presente, y también en la vida eterna.

No hagan caso de ninguna clase de enseñanzas extrañas. Lo mejor es fortalecer el corazón con el amor inmerecido de Dios y no con reglas sobre alimentos. Esas reglas en nada ayudan a quienes las siguen.

Lo que quiero decir es esto: La Ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no elimina el pacto que Dios ya había confirmado. Si lo hubiera hecho, la promesa no tendría valor.

Díganme ustedes, los que quieren ser aceptados por Dios obedeciendo la Ley: ¿Por qué no le prestan atención a lo que la Ley misma dice?

Hermanos en la fe, voy a ponerles un ejemplo. Cuando una persona hace un pacto con otra y ese pacto ha sido confirmado, nadie puede anularlo. No se puede anular ni añadirle nada nuevo.

¿Quiere esto decir que, si creemos en él, la Ley ya no sirve de nada? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos el valor de la Ley.

Si esto es así, ¿estará la Ley en contra de las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Si se nos hubiera dado una ley capaz de dar vida, entonces sí seríamos aceptados por Dios como justos por obedecer la Ley.




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