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Referencias Cruzadas

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Hebreos 5:5

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Tampoco Cristo buscó el honor de ser sumo sacerdote. Fue Dios quien le dijo: «Tú eres mi Hijo; hoy mismo me he convertido en tu Padre».

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12 Referencias Cruzadas  

―Si yo me alabo a mí mismo —les respondió Jesús—, mi alabanza no significa nada. Pero quien me honra es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios,

Porque, Dios jamás le ha dicho a un ángel lo siguiente: «Tú eres mi Hijo; hoy mismo me he convertido en tu Padre». Y, en otro lugar de las Escrituras, dice: «Yo seré su Padre, y él será mi Hijo».

El que habla por cuenta propia busca su propia honra. En cambio, el que busca honrar al que lo envió es una persona sincera y sin maldad.

Y él ha cumplido esa promesa con nosotros, que somos sus descendientes. La cumplió al resucitar a Jesús. Como está escrito en el segundo salmo: »“Tú eres mi Hijo; hoy mismo me he convertido en tu Padre”.

La Ley no pudo liberarnos, porque nuestro pecado eliminó su poder. Por eso Dios envió a su propio Hijo en un cuerpo semejante al de nosotros los pecadores. Lo envió para que se ofreciera en sacrificio por el pecado, y de esa manera le quitó al pecado su poder.

Dios habló en otras épocas a nuestros antepasados. Lo hizo por medio de los profetas en diversas ocasiones y de varias maneras.

»Pues tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Por eso era necesario que en todo se pareciera a ellos. Lo hizo para ser un sumo sacerdote fiel y lleno de amor al servicio de Dios. De este modo pudo ofrecer un sacrificio para el perdón de los pecados del pueblo.

Hermanos en la fe, Dios los ha llamado a ustedes para que formen parte de su pueblo santo. Por eso, pongan su atención en Jesús, a quien reconocemos como apóstol y sumo sacerdote.

Por eso Dios lo nombró sumo sacerdote de la misma clase que Melquisedec.




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