Esto es lo que, en algún lugar, se ha dicho del séptimo día: «Y en el séptimo día descansó Dios de todas sus obras».
Como alguien ha escrito en algún lugar: «¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el hijo del hombre, para que lo tomes en cuenta?
Pues el que disfruta de este descanso descansa también de sus obras, como Dios descansó de las suyas.