Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no hayan sufrido otras personas. Pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida para que puedan resistir.
Dios tiene el poder para protegerlos. Él los cuidará para que no hagan lo malo. Así los presentará ante su gloriosa presencia sin pecado y con gran alegría.
Tú has obedecido mi mandato de confiar hasta el final. Por eso, yo te protegeré cuando llegue la hora de prueba que vendrá sobre el mundo entero. De esta manera serán probados los que viven en la tierra.
Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la tentación a los que viven como Dios quiere. Pero también sabe castigar a los malvados, y lo hará cuando llegue el día del juicio.
Y es por anunciar ese mensaje que ahora paso sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído. También estoy seguro de que Cristo tiene poder para guardar hasta el día del juicio final lo que le he confiado.
Todos los días estaba con ustedes en el Templo, y no se atrevieron a ponerme las manos encima. Pero ya ha llegado la hora de ustedes, cuando reinan las tinieblas.