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Referencias Cruzadas

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Hebreos 13:4

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal. Porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que tienen relaciones sexuales prohibidas.

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33 Referencias Cruzadas  

Todos saben muy bien cómo se comportan los que siguen sus malos deseos. Tienen relaciones sexuales prohibidas, realizan actos vergonzosos y tienen muchos vicios.

Tienen envidia, se emborrachan, participan de fiestas con sexo y otras cosas parecidas. Lo vuelvo a decir, los que practican tales cosas no tendrán parte en el reino de Dios.

¿No saben que los malvados no formarán parte del reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Los que tienen relaciones sexuales prohibidas, los que adoran dioses falsos, los adúlteros y los afeminados no formarán parte del reino de Dios. Tampoco lo harán los que tienen relaciones sexuales con otros hombres,

Dios juzgará a los que no son de la iglesia. Pero, si se trata de gente de la iglesia, las Escrituras dicen: «Expulsen al malvado de entre ustedes».

Pues pueden estar seguros de que si tienen relaciones sexuales prohibidas o hacen cosas vergonzosas jamás formarán parte del reino de Cristo y de Dios. Tampoco lo serán aquellos que siempre están preocupados por tener más y más. Los que así se comportan adoran a un dios falso.

El diácono debe ser esposo de una sola mujer y gobernar bien a sus hijos y su propia casa.

Debe gobernar bien su casa y hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto.

Así que el que se casa con su prometida hace bien, pero el que no se casa hace mejor.

Pero afuera se quedarán los malvados, los que practican la brujería, los que tienen relaciones sexuales prohibidas; los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.

El líder debe ser una persona a quien no puedan acusar de nada malo y esposo de una sola mujer. Sus hijos deben creer en Cristo, y que nadie los acuse de ser desobedientes o tener una mala conducta.

Por eso aconsejo a las viudas jóvenes a que se casen y tengan hijos, y a que lleven bien su hogar y no den lugar a las críticas del enemigo.

Esa gente prohíbe el matrimonio y no permite comer ciertos alimentos que Dios ha creado. No les importa que Dios haya creado esos alimentos para que los creyentes, que conocen la verdad, los coman con gratitud.

Pues es necesario que todos nos presentemos ante el tribunal de Cristo. Allí cada uno recibirá lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.

¿No tenemos derecho a viajar acompañados por una esposa creyente? ¿Acaso no es eso lo que hacen los demás apóstoles, los hermanos del Señor y Pedro?

Así que el líder debe ser alguien a quien no se le pueda acusar de nada malo. Que sea esposo de una sola mujer, que controle sus deseos, que piense bien las cosas, respetado por todos, buen hospedador y capaz de enseñar.

Que ninguno de ustedes tenga relaciones sexuales prohibidas, ni desprecie a Dios, como lo hizo Esaú. Este, por un solo plato de comida, vendió sus derechos de hijo mayor.

Huyan de las relaciones sexuales prohibidas. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo. Pero el que tiene relaciones sexuales prohibidas peca contra su propio cuerpo.

Que nadie le cause mal a su hermano en la fe ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya les hemos dicho y advertido.




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