Hebreos 12:23

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Se han acercado a la multitud de los que Dios ha tratado como a sus primeros hijos. Es decir, a los que él ha dado el derecho de vivir en el cielo. Se han acercado a Dios, el juez de todos; a los espíritus de los justos a quienes Dios ha hecho perfectos.

Referencias Cruzadas

Santiago 1:18

Por su propia voluntad nos dio una nueva vida, por medio del mensaje de la verdad. Lo hizo para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación.

Hebreos 11:40

Y es que Dios había preparado algo mejor para nosotros. Por eso, no los hizo perfectos antes que a nosotros.

Lucas 10:20

Sin embargo, no se alegren de que puedan hacer que los espíritus obedezcan. Más bien, alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.

Apocalipsis 14:4

Estos no cometieron pecados sexuales con mujeres, sino que se mantuvieron puros. Son los que siguieron al Cordero por dondequiera que iba. De toda la humanidad, ellos fueron los primeros en ser salvados como una ofrenda para Dios y el Cordero.

Apocalipsis 20:15

Todo aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era echado al lago de fuego.

Hebreos 9:27

Dios estableció que los seres humanos mueran una sola vez, y que después venga el juicio.

Apocalipsis 13:8

A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra. Es decir, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida. Ese libro pertenece al Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.

1 Pedro 2:23

Cuando lo insultaban, no respondía con insultos. Cuando lo hacían sufrir, no amenazaba, sino que dejaba todo en manos de Dios, que juzga con justicia.

Hebreos 11:4

Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín. Por eso Dios lo consideró justo, pues él aceptó su ofrenda. Y, a pesar de estar muerto, Abel sigue hablando por medio de su fe.

1 Timoteo 3:5

Pues el que no sabe gobernar su propia familia, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?

Filipenses 4:3

Y a ti, mi fiel compañero, te pido que ayudes a estas mujeres que han luchado a mi lado en el anuncio de la buena noticia. Han luchado junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.

Efesios 1:22

Dios puso todas las cosas bajo el dominio de Cristo, y lo nombró jefe de todo en la iglesia.

Hechos 20:28

Cuiden de ustedes mismos y de todos aquellos que Dios ha salvado con su propia sangre. El Espíritu Santo los ha puesto a ustedes para cuidar de la iglesia. Así que ustedes son como pastores al cuidado de un rebaño de ovejas.

Juan 5:27

Y le ha dado autoridad para juzgar, ya que es el Hijo del hombre.

Colosenses 1:24

Ahora, aunque sufro por ustedes, me alegro. Pues así voy completando en mí mismo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por su iglesia, que es su cuerpo.

Colosenses 1:12

Entonces darán gracias con alegría al Padre, pues él ha hecho posible que ustedes reciban la herencia prometida a los creyentes en su reino de luz.

2 Corintios 5:8

Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos dejar ya este cuerpo y vivir junto al Señor.

1 Corintios 15:54

Cuando los cuerpos que se mueren y descomponen se transformen en cuerpos que no se descomponen y nunca mueren, entonces se cumplirá lo que dicen las Escrituras: «La muerte ha sido derrotada; de Dios es la victoria».

1 Corintios 13:12

Ahora vemos de manera imperfecta, como en un espejo borroso. Pero un día veremos todo con perfecta claridad. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como Dios me conoce.

1 Corintios 15:49

Y, así como nos parecemos al hombre que fue hecho a partir de la tierra, llegaremos a ser como el que habita en el cielo.

Hebreos 2:12

cuando dice: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré».

Apocalipsis 6:9

El Cordero rompió el quinto sello. Entonces vi a los que habían muerto por anunciar el mensaje de Dios y por mantenerse fieles en su tarea. Estaban debajo del altar.

Apocalipsis 6:11

Entonces cada uno de ellos recibió ropas blancas. Y se les dijo que esperaran un poco más. Primero tenía que completarse el número de sus compañeros de servicio. Es decir, de los creyentes que iban a sufrir la muerte como ellos.