Los doblarás como una tela, y cambiarán como quien se cambia de ropa; pero tú eres siempre el mismo, y tu vida no tiene fin».
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
Toda cosa buena y todo regalo perfecto vienen de Dios Padre, el creador de la luz. Él nunca cambia ni tiene momentos de duda.
Jesús les dijo: ―Les aseguro que, antes de que Abraham naciera, ¡yo soy!