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Referencias Cruzadas

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Gálatas 6:10

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.

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38 Referencias Cruzadas  

No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen. Esos son los sacrificios que agradan a Dios.

Si alguno recibe un maltrato de otra persona, asegúrese de que no busque venganza. Más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos.

Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo enseñes una y otra vez, para que los que han creído en Dios se esfuercen en hacer lo bueno. Esto es excelente y provechoso para todos.

El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el menos importante, lo hicieron por mí”.

Porque Dios no es injusto como para olvidarse de lo que ustedes han hecho y del amor que le tienen él. Amor que ustedes le han demostrado al haber servido, y seguir sirviendo, a los creyentes.

Por lo tanto, ustedes los no judíos ya no son extraños para Dios. No son extranjeros, sino que son parte de su pueblo. Son miembros de la familia de Dios, con los mismos derechos que los demás.

―Ustedes van a tener la luz solo un poco más de tiempo —les dijo Jesús—. Caminen mientras tengan la luz, antes de que los envuelvan las tinieblas. El que camina en las tinieblas no sabe a dónde va.

Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.

Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar.

Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos de pecado y tener así un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.

El Señor me ha dado la alegría de volver a ver cómo se interesan por mí. Yo sabía que tenían interés, pero no habían tenido la oportunidad de demostrarlo.

Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Querido Gayo, hermano en la fe, no sigas el ejemplo de los que hacen lo malo, sino el ejemplo de los que hacen lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.

Traten con sabiduría a los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada oportunidad de hablarles del mensaje.

El sabio aprovecha al máximo cada oportunidad, porque los días son malos.

Todo el que cree que Jesús es el Cristo es un hijo de Dios. Y todo el que ama al Padre también ama a sus hijos.

Cristo, como Hijo de Dios, es obediente al guiar al pueblo de Dios que somos nosotros. Y continuaremos siendo su pueblo si nos mantenemos seguros y confiando con orgullo en nuestra salvación.

Luego dijo a los otros: ―¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o matar? Pero ellos permanecieron callados.

creador de todo lo que existe en el cielo y en la tierra.

»Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”.

Basta con que el alumno sea como su maestro, y el siervo como su amo. Si al jefe de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su familia!

Y el mensaje de Dios llegaba a la gente, de modo que la cantidad de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén. Incluso muchos de los sacerdotes aceptaban el mensaje.

Solo habían oído decir: «El que antes nos perseguía ahora predica la fe que quería destruir».

El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos, así tendrá suficiente para compartir con los necesitados.

Pongan todo a prueba, y quédense con lo que es bueno,

él también los eligió como piedras vivas, con las cuales se está edificando ese templo espiritual. En ese templo ustedes llegan a ser sacerdotes elegidos por Dios, para ofrecer sacrificios espirituales, los cuales Dios acepta por medio de Jesucristo.

Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios. Y, si comienza por nosotros, y nos toca sufrir de esta manera, ¿qué les espera a los que rechazan el mensaje de la buena noticia de Dios?

Me alegró mucho recibir la visita de algunos hermanos en la fe. Me alegré al escucharlos decir que tú sigues confiando en la verdad que Cristo nos enseñó.

Por eso, si voy, no dejaré de reclamarle por su mal comportamiento. Pues él, con palabras malintencionadas, habla contra nosotros solo por hablar. Como si fuera poco, ni siquiera recibe a los hermanos en la fe que llegan de visita. Si alguien los quiere recibir, no le permite hacerlo y lo echa fuera de la iglesia.

Ahora les ruego que de nuevo le muestren su amor hacia él.




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