Ustedes, pues, son herederos de los profetas y del pacto que Dios estableció con nuestros antepasados. Así lo hizo cuando le dijo a Abraham: “Todos los pueblos del mundo serán bendecidos por medio de tu familia”.
Tampoco por ser descendientes de Abraham son todos verdaderos hijos de Abraham. Pues Dios le dijo a Abraham: «Tu descendencia se formará por medio de tu hijo Isaac».