Gálatas 1:8

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un mensaje distinto al de la buena noticia, ¡que caiga bajo maldición!

Referencias Cruzadas

Gálatas 1:9

Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito. Si alguien les predica un mensaje distinto al de la buena noticia que recibieron, ¡que caiga bajo maldición!

1 Corintios 16:22

Si alguno no ama al Señor, vivirá bajo maldición. ¡Marana ta!, que significa, «¡Ven, Señor!».

Romanos 9:3

Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mi propio pueblo, los de mi propia raza.

Mateo 25:41

»Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

2 Pedro 2:14

Con solo mirar a una mujer ya desean tener relaciones sexuales con ella, y nunca se cansan de pecar. Engañan a las personas que tienen una fe débil, y se la pasan deseando tener más y más dinero. ¡Merecen ser castigados por Dios!

Hechos 23:14

Se presentaron entonces ante los jefes de los sacerdotes y los líderes, y les dijeron: ―Nosotros hemos jurado bajo maldición no comer nada hasta que logremos matar a Pablo.

Tito 3:10

Al que cause divisiones, repréndelo dos veces y, si no hace caso, aléjate de esa persona.

Gálatas 3:13

Cristo nos rescató de la maldición de la Ley. Él aceptó que esa maldición cayera sobre él. Pues las Escrituras dicen: «Maldito todo el que es colgado de un madero».

1 Corintios 12:3

Por eso les digo que nadie que esté hablando guiado por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús. Tampoco nadie puede decir: «Jesús es el Señor» si no es guiado por el Espíritu Santo.

Marcos 14:71

Él comenzó a maldecir. ―¡No conozco a ese hombre del que hablan! —les juró.

Gálatas 3:10

Todos los que quieren agradar a Dios por hacer lo que demanda la Ley están bajo maldición. Pues las Escrituras dicen: «Maldito sea quien no obedezca todo lo que está escrito en el libro de la Ley».

Romanos 16:17

Les ruego, hermanos en la fe, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades. Esa gente se opone a lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos.