Pero por el bien de ustedes es preferible que yo me quede en este mundo.
Ahora bien, si al seguir viviendo en este mundo puedo ser útil en gran manera, entonces no sé qué será mejor, si vivir o morir.
Pero les digo la verdad. Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes. En cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.
Es difícil elegir entre esas dos cosas. Deseo irme y estar con Cristo, que es muchísimo mejor.