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Referencias Cruzadas

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Filipenses 1:23

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Es difícil elegir entre esas dos cosas. Deseo irme y estar con Cristo, que es muchísimo mejor.

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24 Referencias Cruzadas  

Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos dejar ya este cuerpo y vivir junto al Señor.

Entonces oí una voz del cielo que decía: «Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren siendo fieles al Señor». «Sí —dice el Espíritu—, ellos descansarán de su duro trabajo, pues Dios ha visto todo el bien que hacen».

Mientras lo apedreaban, Esteban oraba. ―Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu.

―Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso —le contestó Jesús.

Yo, por mi parte, ya estoy a punto de morir. El tiempo de mi muerte ha llegado, y será una ofrenda para Dios.

»Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean la gloria que me diste porque me has amado desde antes de la creación del mundo.

Quien quiera servirme debe seguirme. Donde yo esté, allí también estará mi siervo. Al que me sirva, mi Padre lo honrará.

Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos tomados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.

Y, si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté.

Pero tengo que pasar por la prueba de un bautismo, y ¡cuánta angustia siento hasta que se cumpla!

Así que no dejamos de dar gracias a Dios. Pues, cuando ustedes oyeron el mensaje de Dios que les predicamos, lo aceptaron. Lo aceptaron no como un mensaje de parte de alguna persona, sino como lo que realmente es, un mensaje de Dios. Ese mensaje cambió la vida de ustedes, los que creen.

Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

Ahora bien, el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera acompañarlo, pero Jesús lo despidió y le dijo:

Hermanos en la fe, bien saben que nuestra visita a ustedes no fue un fracaso.

Nunca les hemos negado nuestro afecto, pero ustedes sí nos niegan el suyo.

Pero por el bien de ustedes es preferible que yo me quede en este mundo.




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