Te lo envío de vuelta, aunque eso me pone triste, pues lo quiero mucho.
Más bien, sean buenos y compasivos unos con otros. Perdónense unos a otros, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.
Así que inició el viaje y se fue a su padre. »Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y sintió compasión de él. Salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó.
Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas.
En otro tiempo el servicio de Onésimo te era inútil, pero ahora nos es útil tanto a ti como a mí.
Yo hubiera querido retenerlo para que me sirviera en tu lugar mientras estoy preso por anunciar la buena noticia.