Hagan su trabajo de buena gana, como quien trabaja para el Señor y no para la gente.
Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como si lo hicieran para el Señor y no para alguien en este mundo.
Pues recuerden, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.
Pero, gracias a Dios, aunque antes eran esclavos del pecado, ahora viven obedeciendo de corazón la enseñanza que les fue dada.