Pero, si una viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a cumplir sus obligaciones con su propia familia. Así como los padres y abuelos cuidaron de ellos, ahora ellos deben cuidar a sus viudas, porque eso agrada a Dios.
No vivan como vive la gente de este mundo. Al contrario, cambien de manera de pensar y así cambiará su manera de vivir. Entonces podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios y que esta es buena, agradable y perfecta.
Por lo tanto, mis queridos hermanos en la fe, sigan confiando en el Señor, cada vez con más fuerza. Sigan trabajando para el Señor cada vez más y más, recordando que su trabajo para él tiene un gran valor.
Les pido que la reciban bien porque es nuestro deber cristiano, y así tiene que hacerse entre hermanos en la fe. Préstenle toda la ayuda que necesite, porque ella ha ayudado a muchas personas, entre las que me cuento yo.