Por esto dice: «Cuando subió al cielo, se llevó consigo a los prisioneros y dio dones a los hombres».
Dios les quitó sus armas a los espíritus que gobiernan con poder y autoridad. Por medio de Cristo los humilló en público al llevarlos como prisioneros en su desfile de victoria.
Me refiero a Cristo, quien nombró a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros.