Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Efesios 2:15

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así dejó sin valor los mandamientos y reglas de la Ley, para que unidos a él los dos pueblos seamos una nueva humanidad viviendo en paz.

Ver Capítulo Copiar

21 Referencias Cruzadas  

Según la Ley, debíamos morir por nuestra desobediencia. Pero Dios eliminó esa deuda que teníamos pendiente en nuestra contra. La eliminó por medio de la muerte de Cristo en la cruz.

Todos los que quieren agradar a Dios por hacer lo que demanda la Ley están bajo maldición. Pues las Escrituras dicen: «Maldito sea quien no obedezca todo lo que está escrito en el libro de la Ley».

Al llamar «nuevo» a ese pacto, ha declarado anticuado al anterior; y lo que se vuelve viejo y anticuado está a punto de desaparecer.

Ustedes tienen una nueva manera de vivir, y cada vez se parecen más a Dios, quien los creó.

Gracias a Cristo ustedes ya no son dominados por los poderes que gobiernan este mundo. Entonces, ¿por qué viven como si pertenecieran al mundo?, ¿por qué todavía obedecen reglas como:

Ya no es importante si estamos o no circuncidados. Lo que importa es que seamos personas distintas, porque Dios nos ha creado de nuevo.

Ya no importa si son judíos o griegos, esclavos o libres, hombres o mujeres, sino que todos ustedes son iguales gracias a Cristo Jesús.

Él hace que todos en la iglesia estén unidos. Los une por medio del trabajo que cada uno hace para que todos tengan una fe fuerte y se amen cada vez más.

Por lo tanto, si alguno está unido a Cristo, es una nueva creación. ¡Nuestra vieja manera de vivir quedó en el pasado, ahora somos nuevas personas!

Ese sacerdote es Jesús, quien ha llegado a serlo no en obediencia a leyes humanas, sino gracias al poder de una vida indestructible.

Así que era necesario que todas las cosas del santuario, que eran copias de las que están en el cielo, fueran limpiadas de pecado por medio de esos sacrificios. Pero las cosas del santuario del cielo exigen sacrificios superiores a aquellos.

Lo que ahora somos, lo hizo Dios. Él, por medio de Cristo Jesús, nos creó de nuevo para que podamos vivir haciendo el bien. Dios así lo había planeado desde un principio.

Porque gracias a Cristo ahora estamos en paz con todos. Judíos y no judíos somos un solo pueblo, pues, al morir en la cruz, Cristo derribó el muro de enemistad que nos separaba.

De ese modo, Cristo nos reconcilió con Dios. Nos presentó a ambos pueblos como uno solo, pues, gracias a su sacrificio en la cruz, dio muerte a nuestra enemistad.

En esta nueva manera de vivir no importa si eres griego o judío, si estás circuncidado o no lo estás, si eres extranjero o un salvaje, si eres esclavo o eres libre. Cristo es todo lo que importa, y él vive en todos nosotros.

Que la paz que Cristo da domine sus pensamientos, pues Dios los llamó a vivir unidos y en paz. Y sean agradecidos.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios