Antes de recibir esa circuncisión espiritual, Dios los consideraba muertos, pues vivían pecando. Sin embargo, por medio de su unión con Cristo, Dios les perdonó todos los pecados y les dio vida.
Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos en la fe. El que no ama sigue controlado por el reino de la muerte.
»Escribe al ángel de la iglesia de Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas dice esto: Conozco todo lo que haces. Pareces estar vivo, pero en realidad para Dios estás muerto.
Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”».
Porque este hijo mío estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”. Así que empezaron a hacer fiesta.