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Referencias Cruzadas

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Colosenses 3:5

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Por eso les pido que hagan morir todos sus deseos de maldad. No tengan relaciones sexuales prohibidas, dejen las acciones vergonzosas y sus malos deseos de placer. Abandonen el deseo de hacer lo malo, el deseo de siempre tener más dinero, pues es lo mismo que adorar ídolos.

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34 Referencias Cruzadas  

Porque, si ustedes viven controlados por el pecado, morirán para siempre. Pero, si por medio del Espíritu dan muerte a los malos deseos del cuerpo, vivirán para siempre.

Los que son de Cristo Jesús han hecho morir en la cruz sus malos deseos por el pecado.

No permitan que su cuerpo sea usado por el pecado para hacer lo malo. Al contrario, permitan que Dios use su cuerpo para hacer el bien, pues ustedes ahora son diferentes, es como si hubieran vuelto de la muerte a la vida.

Queridos hermanos en la fe, en este mundo ustedes viven como extranjeros, pues solo están de paso. Por eso les ruego que abandonen todo deseo de pecar. Recuerden que el pecado es enemigo de su alma.

Huyan de las relaciones sexuales prohibidas. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo. Pero el que tiene relaciones sexuales prohibidas peca contra su propio cuerpo.

Nada de lo malo que hacen les causa vergüenza. Solo viven para gozar de sus vicios, y no se cansan de cometer toda clase de actos vergonzosos.

Temo que, al volver a visitarlos, mi Dios me haga sentir vergüenza de ustedes. Eso me haría llorar, pues muchos han pecado desde hace algún tiempo. No se han arrepentido del mal cometido, ni de tener relaciones sexuales prohibidas, ni de los vicios que tienen.

Pero te diré quienes recibirán como premio el castigo del lago de fuego y azufre: los cobardes, los que no creen, los detestables; los asesinos, los que tienen relaciones sexuales prohibidas, los que practican la brujería; los que adoran dioses falsos y todos los mentirosos. Esta es la segunda muerte».

Pero me doy cuenta de que en todo mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra lo que en mi mente yo sé que es correcto. Es como si esa ley me tuviera preso.

Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las relaciones sexuales prohibidas, los robos, los falsos testimonios y las calumnias.

Pero afuera se quedarán los malvados, los que practican la brujería, los que tienen relaciones sexuales prohibidas; los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.

¿De dónde surgen las peleas y discusiones entre ustedes? Pues surgen de los malos deseos que controlan su vida.

Otros de ustedes dicen: «Los alimentos son para el estómago y el estómago, para los alimentos». Así es, y Dios destruirá ambas cosas. Pero el cuerpo no fue creado para tener relaciones sexuales prohibidas, sino para servir al Señor, y al Señor le interesa lo que hacemos con nuestro cuerpo.

Sabemos que nuestra vieja manera de ser fue crucificada con él, para que el pecado que dominaba nuestro cuerpo perdiera su poder. De este modo ya no seguimos siendo esclavos del pecado,

Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal. Porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que tienen relaciones sexuales prohibidas.

Que ninguno de ustedes tenga relaciones sexuales prohibidas, ni desprecie a Dios, como lo hizo Esaú. Este, por un solo plato de comida, vendió sus derechos de hijo mayor.

Lo que Dios quiere es que sean santos, que se aparten de las relaciones sexuales prohibidas

Es ya de todos sabido que hay entre ustedes un hombre teniendo relaciones sexuales con su madrastra. Estas relaciones sexuales no son permitidas ni entre los no creyentes.

Antes nos dominaba el deseo de hacer lo malo, y la Ley despertaba aún más esos malos deseos en nuestro cuerpo. Vivíamos para hacer el mal y eso solo producía muerte.

Han cometido toda clase de injusticia, maldad, avaricia y actos vergonzosos. Están llenos de envidia, homicidios, divisiones, engaño y maldad. Son chismosos,

Por tanto, Dios los ha dejado seguir sus vergonzosos deseos. En efecto, las mujeres dejaron de tener relaciones sexuales con hombres, y tienen relaciones con otras mujeres. Esto va contra la naturaleza.

Dios quiere que no se dejen llevar por los malos deseos, como hacen los que no creen en él ni lo conocen.

Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido perdonados por Dios, y él ahora los considera santos y justos. Y todo eso lo hizo gracias al Señor Jesucristo y por medio de su Espíritu. Dios los ha lavado de toda esa maldad.

La circuncisión marcaba a los judíos como parte del pueblo de Dios. Pues gracias Cristo, ustedes recibieron una circuncisión espiritual, no hecha por mano humana. Es decir, Cristo quitó de sus cuerpos el deseo de seguir pecando.

Pues el amor al dinero provoca toda clase de males. Por desearlo, algunos han dejado de creer en Cristo y solo han tenido muchísimos sufrimientos.

Manténganse libres del amor al dinero y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca los dejaré; nunca los abandonaré».




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