Colosenses 2:1

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Quiero que sepan de la gran lucha que sostengo por el bien de ustedes y de los que están en Laodicea, y de tantos que no me conocen personalmente.

Referencias Cruzadas

Colosenses 1:29

Para esto trabajo y lucho con la fuerza que el poder de Cristo me da.

Filipenses 1:30

Ustedes sufren la misma lucha que antes me vieron sufrir a mí, y ahora saben que sigo luchando.

Apocalipsis 1:11

y me decía: «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea».

Colosenses 1:24

Ahora, aunque sufro por ustedes, me alegro. Pues así voy completando en mí mismo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por su iglesia, que es su cuerpo.

Hechos 20:38

Lo que más los entristecía era su declaración de que ellos no volverían a verlo. Luego lo acompañaron hasta el barco.

1 Pedro 1:8

Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que no lo han visto. Aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo tan grande y maravilloso que no se puede describir con palabras.

Colosenses 2:5

Aunque estoy físicamente ausente, los acompaño en espíritu, y me alegro al ver que todo lo hacen con orden y que su fe en Cristo es firme.

Gálatas 4:19

Yo los amo como si fueran mis hijos. Me parezco a una madre con dolores de parto, pues seguiré sufriendo hasta que los vea vivir como Cristo.

Hechos 20:25

»Escuchen, yo sé que ninguno de ustedes volverá a verme. Pero a todos les he anunciado el mensaje del reino de Dios.

Lucas 22:44

Y, como estaba angustiado, se puso a orar con más fuerza. Su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.

Hebreos 5:7

Cuando vivía aquí en la tierra, Jesús hizo oraciones rogando al que podía salvarlo de la muerte. Lo hizo con fuerte voz y lágrimas. Y fue escuchado porque fue humilde y obediente.

1 Tesalonicenses 2:2

Y saben también que, a pesar de los sufrimientos y los insultos que antes recibimos en Filipos, nuestra confianza en nuestro Dios creció. Por eso nos atrevimos a comunicarles la buena noticia en medio de una gran lucha.