Los saluda Pablo, y también Timoteo, nuestro hermano en la fe. Soy apóstol de Cristo Jesús porque Dios así lo quiso. Esta carta va dirigida a ustedes, que son la iglesia de Dios en Corinto, y a todos los creyentes en toda la región de Acaya:
Te saluda Pablo, que ahora estoy preso por servir a Cristo Jesús. Recibe también un saludo de Timoteo, hermano en la fe. Esta carta va dirigida a ti, querido Filemón, compañero de trabajo,
Los saludan Pablo, Silvano y Timoteo. Esta carta va dirigida a la iglesia de los tesalonicenses. Ustedes pertenecen a Dios el Padre y al Señor Jesucristo. Le pido a Dios que les permita gozar de su inmerecido amor y les dé paz.
Los saludan Pablo y Timoteo, servidores de Cristo Jesús. Esta carta va dirigida a todos los creyentes en Cristo Jesús que están en Filipos, junto con los líderes y diáconos.
Así que les enviamos a Timoteo, nuestro hermano en la fe y colaborador de Dios en el anuncio de la buena noticia de Cristo. Lo enviamos para que los animara a seguir confiando firmemente en Jesús.
Los saludan Pablo, Silvano y Timoteo. Esta carta va dirigida a la iglesia de los tesalonicenses, que pertenece a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo.
Los saluda Pablo. Soy apóstol de Cristo Jesús porque Dios así lo quiso. Esta carta va dirigida a los creyentes que están en Éfeso y que siguen confiando en Cristo Jesús.
Pablo llegó a Derbe y después a Listra. Allí se encontró con un discípulo llamado Timoteo, que era hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego.