El sexto ángel tocó su trompeta. Entonces oí una voz que salía de entre los cuernos del altar de oro que está delante de Dios.
El quinto ángel tocó su trompeta. Vi que una estrella había caído del cielo a la tierra. A esta estrella se le entregó la llave del pozo del abismo.
Así que tenemos un gran sacerdote que está al frente de la casa de Dios.
En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, que era solo copia del verdadero santuario. Él entró en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.
Y vi a los siete ángeles de pie delante de Dios. Entonces, les dieron siete trompetas.