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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 8:10

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

El tercer ángel tocó su trompeta. Entonces una enorme estrella, que ardía como una antorcha, cayó desde el cielo. Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales.

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21 Referencias Cruzadas  

El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y los manantiales, y estos se convirtieron en sangre.

El quinto ángel tocó su trompeta. Vi que una estrella había caído del cielo a la tierra. A esta estrella se le entregó la llave del pozo del abismo.

Las estrellas del firmamento cayeron sobre la tierra. Parecían higos verdes que caen de la higuera cuando esta es sacudida por el vendaval.

Este ángel decía con fuerte voz: «Respeten a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales».

Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. La mujer estaba ya a punto de tener a su hijo. Entonces el dragón se plantó delante de ella para comerse a su hijo tan pronto naciera.

Esta es la explicación del significado secreto de las siete estrellas que viste en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias. Los siete candelabros son las siete iglesias.

Todos pueden ver sus actos vergonzosos, pues son como violentas olas del mar, que arrojan la espuma en la playa. Son como estrellas fugaces, condenadas para siempre a vagar en la más densa oscuridad.

―Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—.

»El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.

El primer ángel tocó su trompeta. Entonces fueron echados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. Y se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde.

Esos cuatro ángeles habían sido preparados precisamente para esa hora, ese día, mes y año. Así que quedaron sueltos para matar a la tercera parte de la humanidad.

La tercera parte de la humanidad murió a causa de estos tres castigos: el fuego, el humo y el azufre que salían de la boca de los caballos.




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