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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 5:6

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Entonces vi a un Cordero que estaba de pie y parecía haber sido sacrificado. Estaba en medio de los cuatro seres vivientes y del trono y de los líderes. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.

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35 Referencias Cruzadas  

Cantaban con todas sus fuerzas: «¡El Cordero que fue sacrificado es digno de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría; la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!».

Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra. Es decir, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida. Ese libro pertenece al Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.

Al ver a Jesús que pasaba por ahí, dijo: ―¡Aquí tienen al Cordero de Dios!

Los saluda Juan. Escribo este libro a las siete iglesias que están en la provincia de Asia. Le pido a Dios, quien es, era y vendrá, que los llene de su amor inmerecido y de su paz. Lo mismo pido a los siete espíritus que están delante de su trono

El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente: «Como oveja, fue llevado al matadero. Como cordero que enmudece ante su trasquilador, ni siquiera abrió su boca.

Allí nadie estará bajo maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus servidores lo adorarán;

Luego el ángel me mostró un río claro como el cristal, cuyas aguas dan vida. Este río salía del trono de Dios y del Cordero.

La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren. Porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara.

Le harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes. Con él estarán aquellos que por él han sido llamados. Son sus elegidos, los que siempre le han sido fieles».

Ellos lo han vencido con la sangre del Cordero y con el mensaje que anunciaron. Nunca tuvieron miedo de morir, pues estaban dispuestos a dar su vida.

Todos gritaban a las montañas y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la mirada del que está sentado en el trono! ¡Escóndannos, porque el Cordero está muy enojado!

Nos envió un poderoso Salvador, que viene de la familia del rey David, su siervo.

Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera. Y día y noche repetían sin parar: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha de venir».

Luego miré, y oí la voz de millones y millones de ángeles. Los ángeles estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los líderes.

Y oí que todas las criaturas de la creación estaban cantando. Me refiero a las criaturas del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar. Todas ellas cantaban: «¡Alabemos al que está sentado en el trono y al Cordero! ¡Que reciban la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por siempre!».

Los cuatro seres vivientes decían a gran voz: «¡Amén!», y los líderes se arrodillaron y adoraron.

Luego miré, y vi que el Cordero estaba de pie sobre el monte Sion. Lo acompañaban ciento cuarenta y cuatro mil personas. Estas personas llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre.

No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo.




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