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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 5:5

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Entonces uno de los líderes me dijo: «¡Deja de llorar! ¡El león de la tribu de Judá, el heredero al trono de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y romper sus siete sellos».

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25 Referencias Cruzadas  

»Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para anunciar estas cosas a las iglesias. Yo soy el heredero del trono de David. Soy la brillante estrella de la mañana».

Es evidente que nuestro Señor venía de la tribu de Judá, y Moisés no dijo que de esta tribu saldrían sacerdotes.

A su vez, el profeta Isaías dice: «Un descendiente de Isaí vendrá, y gobernará a las naciones. Todos los pueblos pondrán su confianza en él».

Habla de su Hijo que según la naturaleza humana era descendiente de David.

Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos. Entonces oí a uno de los cuatro seres vivientes, que decía con una voz fuerte como de trueno: «¡Ven!».

El trono estaba rodeado por otros veinticuatro tronos. En estos estaban sentados veinticuatro líderes vestidos de blanco y con una corona de oro en la cabeza.

Entonces uno de los líderes me preguntó: ―Esos que están vestidos de blanco, ¿quiénes son, y de dónde vienen?

los veinticuatro líderes se arrodillaban y adoraban al que vive para siempre. Se quitaban sus coronas y las ponían delante del trono, diciendo:

Este libro narra lo que Dios le mostró a Jesucristo acerca de las cosas que sucederán pronto. Dios se las mostró para que él se las muestre a sus servidores. Jesucristo envió entonces a su ángel para dar a conocer estas cosas a Juan, su servidor.

―¿Por qué lloras, mujer? —le preguntaron los ángeles. ―Es que se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto —les respondió.

Al verla, el Señor sintió compasión de ella y le dijo: ―No llores.

Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: ―Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.

Todos estaban llorando, muy afligidos por ella. ―Dejen de llorar —les dijo Jesús—. No está muerta, sino dormida.

Al vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono. Así como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.

Y lloraba yo mucho porque nadie había que fuera digno de abrir el rollo y leer su contenido.




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