Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Apocalipsis 4:10

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

los veinticuatro líderes se arrodillaban y adoraban al que vive para siempre. Se quitaban sus coronas y las ponían delante del trono, diciendo:

Ver Capítulo Copiar

28 Referencias Cruzadas  

Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro líderes se arrodillaron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso. Estas representan las oraciones de los creyentes.

Entonces los veinticuatro líderes y los cuatro seres vivientes se arrodillaron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y dijeron: «¡Amén, Aleluya!».

Los veinticuatro líderes se arrodillaron y, tocando el suelo con su frente, adoraron a Dios. Ellos son los que están sentados delante del trono de Dios.

El trono estaba rodeado por otros veinticuatro tronos. En estos estaban sentados veinticuatro líderes vestidos de blanco y con una corona de oro en la cabeza.

Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los líderes y de los cuatro seres vivientes. Ellos se arrodillaron delante del trono, se inclinaron hasta tocar el suelo con su rostro, y adoraron a Dios

Los cuatro seres vivientes decían a gran voz: «¡Amén!», y los líderes se arrodillaron y adoraron.

¿Quién no te respetará, oh Señor? ¿Quién no dará la gloria a tu nombre? Solo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán. Pues todos han podido ver que eres un Dios justo».

Estos seres vivientes adoraban, honraban y daban gracias al que está sentado en el trono y vive para siempre. Cada vez que hacían eso,

Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.

Ellos, entonces, lo adoraron y luego regresaron a Jerusalén con gran alegría.

Pero soy apóstol gracias al amor de Dios, aunque no merezco ese amor. Ese amor por mí ha dado resultados, pues he trabajado con más fuerza que los demás apóstoles. Sin embargo, reconozco que no soy yo quien lo ha logrado. Ha sido obra de Dios, quien me ha amado sin yo merecerlo.

Al instante el Espíritu tomó control de mí. Entonces vi un trono en el cielo y a alguien sentado en el trono.

e hizo un juramento. Juró por el que vive para siempre, el que creó el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. Dijo: «¡El tiempo ha terminado!

Uno de los cuatro seres vivientes dio a cada uno de los siete ángeles una copa de oro. Cada copa estaba llena del enojo de Dios, quien vive para siempre.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios