Todas las naciones han seguido su ejemplo adorando dioses falsos. Los reyes de la tierra se unieron a su idolatría; los comerciantes de la tierra se enriquecieron a costa de lo que ella malgastaba en sus lujos».
Jamás volverá a brillar en ti la luz de ninguna lámpara. Jamás volverá a escucharse en ti la voz del novio y de la novia. Porque tus comerciantes eran los poderosos del mundo y con tus hechicerías engañaste a todas las naciones.
¡Alégrate, oh cielo, por lo que le ha sucedido! ¡Alégrense también ustedes, creyentes, apóstoles y profetas! Pues Dios, al castigarla, les ha hecho justicia a ustedes».
Los comerciantes que vendían estas mercancías y se enriquecieron a costa de ella se mantendrán a distancia. Sentirán miedo al ver semejante castigo. Con lágrimas en los ojos expresarán su lamento, diciendo:
Los reyes de la tierra llorarán de dolor cuando vean el humo del fuego que la consume. Son los mismos reyes que adoraron dioses falsos con ella y compartieron su lujo.
Dominados por el deseo de siempre tener más, estos maestros los engañarán para sacarles dinero. Desde hace mucho tiempo su castigo está preparado y los espera su destrucción.