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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 17:17

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Dios ha puesto en el corazón de los diez cuernos que lleven a cabo su propósito. Por eso, se pondrán de acuerdo para entregar a la bestia el poder que tienen para gobernar. Así se cumplirán las palabras de Dios.

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28 Referencias Cruzadas  

Llegará el día en que el séptimo ángel comience a tocar su trompeta y se escuche su voz. Ese día Dios llevará a cabo el plan que había mantenido en secreto. Lo hará tal y como lo anunció a sus siervos los profetas».

Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por ustedes.

Llegó la hora de la cena. El diablo ya le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, hijo de Simón, que traicionara a Jesús.

Estos tienen un mismo propósito: poner su poder y autoridad a disposición de la bestia.

»No me refiero a todos ustedes; yo sé a quiénes he elegido. Pero esto es para que se cumpla la Escritura: “El que comparte el pan conmigo me ha puesto la zancadilla”.

A la verdad, el Hijo del hombre se irá según está decidido, pero ¡ay de aquel que lo traiciona!

Vi en el cielo algo grande y maravilloso: siete ángeles con los últimos siete castigos. Después de estos castigos el enojo de Dios llegaría a su fin.

Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: ―Tengo sed.

―No la dividamos —se dijeron unos a otros—. Echemos suertes para ver a quién le toca. Y así lo hicieron los soldados. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: «Se repartieron entre ellos mi ropa, y sobre ella echaron suertes».

Dios llamó “dioses” a aquellos para quienes vino la palabra. ¡Y la Escritura no se puede poner en duda!

Pues les digo que tiene que cumplirse en mí aquello que dicen las Escrituras: “Y fue contado entre los malvados”. En efecto, lo que se ha escrito de mí se está cumpliendo.

Entonces entró Satanás en Judas, uno de los doce, al que llamaban Iscariote.

Entonces cada uno de ellos recibió ropas blancas. Y se les dijo que esperaran un poco más. Primero tenía que completarse el número de sus compañeros de servicio. Es decir, de los creyentes que iban a sufrir la muerte como ellos.

El ángel me dijo: «Escribe: “¡Dichosos los que han sido invitados a la cena de la boda del Cordero!”». Y añadió: «Esto lo dice Dios, y es la verdad».




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