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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 13:16

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Además logró que a todos se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente. Todos fueron marcados: grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos.

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26 Referencias Cruzadas  

Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar. Vi también a los que habían sido asesinados por hablar acerca de Jesús y anunciar el mensaje de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años.

Pero la bestia fue capturada junto con el falso profeta. Este es el que hacía cosas maravillosas bajo la autoridad de la bestia. Por medio de esas cosas engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y adoraban su imagen. Los dos fueron echados vivos al lago de fuego y azufre.

«¡No hagan daño ni a la tierra, ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente de los servidores de nuestro Dios!».

Vengan a comer carne de reyes, de jefes militares y de poderosos; carne de caballos y de sus jinetes; carne de toda clase de gente: libres y esclavos, grandes y pequeños».

Y del trono salió una voz que decía: «¡Alaben a nuestro Dios ustedes, todos sus servidores, grandes y pequeños, que con humildad y obediencia le sirven!».

Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros. Luego se abrió otro libro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.

La gente se escondió en cuevas y entre las peñas de las montañas. Todos se escondieron: los reyes de la tierra, la gente importante, los jefes militares, los ricos y los poderosos. También se escondieron los esclavos y los libres.

Pero Dios me ha ayudado hasta hoy. Por eso me mantengo firme, hablando de esto a todos por igual. No he dicho sino lo que los Profetas y Moisés ya dijeron que sucedería:

Vi también un mar como de vidrio mezclado con fuego. De pie, a la orilla del mar, estaban los que habían vencido a la bestia, no habían adorado su imagen ni aceptado llevar el número de su nombre. Tenían las arpas que Dios les había dado.

Las naciones se han enfurecido; pero ha llegado el momento de su castigo. Es el momento de juzgar a los muertos. Es el momento de premiar a tus servidores los profetas. Es el momento de premiar a los que creyeron en ti y a los que honran tu nombre, sean grandes o pequeños. Y también es el momento de destruir a los que destruyen la tierra».

En esta nueva manera de vivir no importa si eres griego o judío, si estás circuncidado o no lo estás, si eres extranjero o un salvaje, si eres esclavo o eres libre. Cristo es todo lo que importa, y él vive en todos nosotros.

Pues deben saber que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre.

Por lo demás, que nadie me cause más problemas, porque yo llevo en el cuerpo cicatrices que demuestran que le pertenezco a Jesús.

Ya no importa si son judíos o griegos, esclavos o libres, hombres o mujeres, sino que todos ustedes son iguales gracias a Cristo Jesús.

Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para formar un solo cuerpo —ya seamos judíos o no judíos, esclavos o libres—. A todos se nos hizo compartir un mismo Espíritu.

Del mismo modo que Janes y Jambres se opusieron a Moisés, también esa gente se opone a la verdad. Son personas que solo piensan en hacer lo malo, gente que no sabe confiar en Dios.




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