Apocalipsis 11:8

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, donde fue crucificado su Señor. A esta ciudad se le da el nombre simbólico de Sodoma y Egipto.

Referencias Cruzadas

Apocalipsis 18:10

Aterrorizados al ver semejante castigo, se mantendrán a distancia y gritarán: «¡Ay! ¡Ay de ti, la gran ciudad, Babilonia, ciudad poderosa, porque en una sola hora ha llegado tu castigo!».

Apocalipsis 18:21

Entonces un ángel poderoso levantó una piedra, que era como una gran piedra de molino. Luego la arrojó al mar diciendo: «Así también tú, Babilonia, gran ciudad, serás derribada con la misma violencia. Dejarás de existir para siempre.

Hebreos 13:12

Por eso también Jesús sufrió fuera de la puerta de la ciudad. Al derramar su sangre en la cruz, nos hizo santos ante Dios.

Apocalipsis 18:18

Al ver el humo del fuego que la consume, dirán: «¡No hay ciudad que se compare a esta gran ciudad!».

Apocalipsis 11:9

Por tres días y medio la gente mirará sus cadáveres y no permitirá que sean enterrados. Será gente de todo pueblo, tribu, idioma y nación.

Judas 1:7

Tengan también en cuenta el ejemplo de Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas. A estas ciudades, igual que a los ángeles, Dios las castigó. Su castigo consistió en hacerlas sufrir un fuego eterno, porque practicaron toda clase de relaciones sexuales prohibidas. Su castigo nos sirve de advertencia.

2 Pedro 2:6

Además, castigó a las ciudades de Sodoma y Gomorra. Las dejó en cenizas y las puso como advertencia para los malvados.

Mateo 10:15

Les aseguro que en el día del juicio el castigo para Sodoma y Gomorra será más tolerable que para ese pueblo.

Apocalipsis 18:2

Gritó a gran voz: «¡Ha caído! ¡Ha caído la gran Babilonia! Se ha convertido en vivienda de demonios y en escondite de todo espíritu maligno. Es ahora el nido de toda ave que odiamos y no debemos comer.

Apocalipsis 16:19

La gran ciudad de Babilonia se partió en tres, y las ciudades de las naciones quedaron destruidas. Dios se acordó de la gran Babilonia y la castigó. La hizo beber de la copa de su enojo.

Apocalipsis 14:8

Lo seguía un segundo ángel que decía: «¡Ya cayó! ¡Ya cayó la gran Babilonia! Esa ciudad que hizo que todas las naciones adoraran dioses falsos».

Apocalipsis 11:13

En ese mismo instante se produjo un violento terremoto. Por causa de este terremoto se derrumbó la décima parte de la ciudad y murieron siete mil personas. Los sobrevivientes, llenos de miedo, dieron gloria al Dios del cielo.

Hechos 9:4

Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: ―Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Apocalipsis 18:24

En ti se derramó sangre de profetas y de creyentes, y de todos los que han sido asesinados en la tierra».

Apocalipsis 17:5

En la frente llevaba escrito un nombre misterioso: la gran Babilonia madre de todos los idólatras y de las cosas repugnantes de la tierra.

Apocalipsis 17:1

Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas se me acercó y me dijo: «Ven, y te mostraré el castigo de la gran ciudad que adora a dioses falsos, la que está sentada sobre muchas aguas.

Apocalipsis 14:20

Las uvas fueron exprimidas fuera de la ciudad. Del lugar donde se exprimen las uvas salió sangre. Esta sangre llegó hasta casi un metro y medio de alto y cubrió una extensión de trescientos kilómetros.

Apocalipsis 17:18

La mujer que has visto es aquella gran ciudad que tiene poder de gobernar sobre los reyes de la tierra».