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Referencias Cruzadas

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2 Timoteo 4:5

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Tú, por el contrario, sé inteligente en todo momento, soporta los sufrimientos y dedícate a anunciar la buena noticia de salvación. Cumple con los deberes del trabajo que Dios te dio.

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28 Referencias Cruzadas  

Así que no te avergüences de hablar acerca de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por anunciar su mensaje estoy preso. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por anunciar la buena noticia.

Por eso, prepárense para actuar con inteligencia. Tengan dominio propio. Pongan su confianza completamente en la salvación que se les dará cuando regrese Jesucristo.

Como buen soldado de Cristo Jesús, comparte mis sufrimientos.

Díganle a Arquipo que se ocupe de la tarea que el Señor le encargó, y que la termine.

Que nadie te rechace por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar y de actuar. Que sigan tu ejemplo de amor, fe y santidad.

Al día siguiente, salimos y llegamos a Cesarea. Nos hospedamos en casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete.

Sé cuidadoso en estos asuntos. Dedica todo tu tiempo a eso, de modo que todos puedan ver que estás progresando.

Por eso debemos vivir alertas y pensar con claridad, obedeciendo al Señor. Algunos viven sin preocuparse de estas cosas, parecen dormidos.

¡Despierta! Fortalece lo que aún no se ha muerto del todo. Pues no he visto que obedeces a mi Dios.

Me refiero a Cristo, quien nombró a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros.

Obedezcan a sus dirigentes, respeten sus órdenes. Pues ellos cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos para que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse. Si ellos tienen que realizar su tarea quejándose, eso no es provechoso para ustedes.

Así que todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús.

Dichosos los siervos a quienes su señor encuentre pendientes de su llegada. Créanme que el señor se ajustará la ropa, hará que los siervos se sienten a la mesa, y él mismo se pondrá a servirles.

Lo que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!».

Y fue Dios quien decidió hacerme servidor de ustedes, su iglesia, para cumplir así su promesa.

Esas poderosas maravillas y milagros que he hecho las he logrado hacer gracias al poder del Espíritu de Dios. Comencé a anunciar la buena noticia de Cristo en Jerusalén, por todas partes, hasta la región de Iliria.

Es como cuando un hombre sale de viaje y deja su casa al cuidado de sus siervos, cada uno con su tarea, y le manda al portero que vigile.

A ellos les encargó preparar a los creyentes para servir a Dios y fortalecer la fe de la iglesia de Cristo.

Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que por medio de mí se anunciara el mensaje y lo oyeran todos los que no creen en Dios. El Señor me salvó, como quien es librado de la boca de un león.

El que había recibido las cinco mil fue en seguida y negoció con ellas y ganó otras cinco mil.




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