Entonces me arrodillé a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un servidor como tú y como los creyentes que se mantienen fieles al mensaje de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El mensaje de Jesús se comparte con otros por medio del poder del Espíritu».
En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender. Los ignorantes y los débiles en la fe no entienden esto correctamente y lo enseñan mal. Lo mismo hacen con las demás Escrituras, pero serán castigados por eso.
Pablo llegó a Derbe y después a Listra. Allí se encontró con un discípulo llamado Timoteo, que era hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego.
El que no está físicamente circuncidado, pero obedece la Ley, te condenará a ti. Pues tú, aunque tienes el mandamiento escrito y la circuncisión, no obedeces la Ley.
Dios es sabio, y por eso no quiso que el mundo lo conociera mediante la sabiduría humana. En cambio, decidió salvar a los que creen, por medio de la predicación de un mensaje que parece locura.