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Referencias Cruzadas

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2 Timoteo 1:12

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Y es por anunciar ese mensaje que ahora paso sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído. También estoy seguro de que Cristo tiene poder para guardar hasta el día del juicio final lo que le he confiado.

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58 Referencias Cruzadas  

Así que no te avergüences de hablar acerca de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por anunciar su mensaje estoy preso. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por anunciar la buena noticia.

Dios tiene el poder para protegerlos. Él los cuidará para que no hagan lo malo. Así los presentará ante su gloriosa presencia sin pecado y con gran alegría.

Así que, los que sufren porque Dios así lo quiere, sigan confiando en él y no dejen de hacer el bien. Porque Dios es su creador y cumple lo que promete.

Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me dará en aquel día. Me la dará a mí y a todo el que con amor haya esperado su venida.

Por eso puede salvar por completo a los que se acercan a Dios por medio de él. Y puede hacerlo porque vive para siempre, y nunca dejará de hablar a Dios en favor de ellos.

Timoteo, ¡cuida de hacer bien el trabajo que Dios te ha confiado! Evita las discusiones por cuestiones de este mundo, eso no produce nada. Son discusiones de gente que cree tener conocimiento, pero eso es mentira.

Les digo la verdad, no me avergüenzo del mensaje de la buena noticia. Es un mensaje con el poder de Dios para la salvación de todos los que creen: primero de los judíos, pero también de los no judíos.

»Pero, en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre.

El poder de Dios los protege a ustedes, porque pusieron su confianza en él. Y será así hasta que llegue la salvación que se dará a conocer en los últimos tiempos.

Le pido al Señor que lo trate con bondad en el día del juicio final. Tú conoces muy bien las muchas veces que me ayudó en Éfeso.

Él transformará nuestros débiles cuerpos para que sean como su cuerpo glorioso. Nos transformará por medio del poder con que controla todas las cosas.

por la que sufro en gran manera, hasta el punto de llevar cadenas como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada.

Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder con el que Dios lo resucitó. Quiero sufrir como él sufrió y morir como él murió.

Cuando comparo todo con el inmenso valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, me doy cuenta de que nada tiene importancia. Por él lo he dejado todo, y lo considero basura, pues todo cuanto quiero es a Cristo.

Pero sus acciones serán puestas a prueba en el día del juicio, y así se sabrá si fueron buenas o malas enseñanzas. El fuego revela la calidad de los materiales y del trabajo de cada uno.

No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.

Y en su nombre pondrán las naciones su esperanza».

Como dicen las Escrituras: «Miren que pongo en Sion una piedra que hace tropezar y una roca que hace caer; pero el que confíe en ella no será avergonzado».

Pero, si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence. Al contrario, que alabe a Dios por llevar ese nombre.

Fijemos la mirada en la meta, que es Jesús, quien nos dio y perfeccionó nuestra fe. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ella significaba. Y ahora está sentado en el sitio de más honor, al lado derecho del trono de Dios.

Por haber sufrido él mismo la tentación, puede ayudar a los que son tentados.

pues quieren impedir que prediquemos a los no judíos para que sean salvos. Pero con eso solo logran acumular más pecado. El castigo de Dios será muy duro sobre ellos.

Tengo el gran deseo y la firme confianza de que en nada seré avergonzado. Al contrario, ya sea que yo viva o muera, ahora y siempre quiero ser valiente, para que Cristo sea grandemente alabado por medio de mí.

―¿Por qué lloran? ¡Me parten el corazón! —respondió Pablo—. Por el nombre del Señor Jesús estoy dispuesto no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén.

Pero los judíos hablaron con mujeres muy distinguidas y favorables al judaísmo. También hablaron con los hombres más importantes de la ciudad, y a todos los convencieron de ir en contra de Pablo y Bernabé. Así lograron echarlos fuera de la región.

Pablo y Bernabé les contestaron valientemente: «Era necesario que les anunciáramos la palabra de Dios primero a ustedes. Como la rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, ahora vamos a dirigirnos a los que no son judíos.

Yo le mostraré cuánto tendrá que sufrir por mi nombre.

Mientras lo apedreaban, Esteban oraba. ―Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu.

Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.

Entonces Jesús gritó con fuerza: ―¡Padre, en tus manos entrego mi espíritu! Y, al decir esto, murió.

Ustedes, en cambio, hermanos en la fe, conocen bien este asunto, así que el regreso del Señor no los sorprenda como un ladrón en la oscuridad.

Les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para ese pueblo.

Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios e hicimos muchos milagros?”.

Él hará que sigan creyendo hasta el final. Así no serán acusados de nada malo en el día que nuestro Señor Jesucristo vuelva.

Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado.

Le pido al Señor que trate con bondad a la familia de Onesíforo, porque muchas veces me dio ánimo y no se avergonzó de que yo estuviera preso.

Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo enseñes una y otra vez, para que los que han creído en Dios se esfuercen en hacer lo bueno. Esto es excelente y provechoso para todos.




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