2 Pedro 2:4

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Dios ni siquiera perdonó a los ángeles cuando pecaron. Al contrario, los arrojó al abismo, donde reina la oscuridad. Allí estarán encadenados hasta el día del juicio.

Referencias Cruzadas

Judas 1:6

También hubo ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propio hogar. A estos, Dios los mantiene siempre encarcelados en la oscuridad, en espera del gran día del juicio.

Mateo 25:41

»Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

Romanos 8:32

Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros. Entonces, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?

Apocalipsis 20:10

El diablo, que los había engañado, será echado al lago de fuego y azufre. Allí también están la bestia y el falso profeta. Ahí los harán sufrir para siempre, de día y de noche.

Lucas 10:18

―Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—.

1 Juan 3:8

El que vive pecando pertenece al diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir lo que hace el diablo.

2 Pedro 2:11

En cambio, los ángeles no insultan ni acusan a esos malvados cuando están en presencia del Señor. Y eso, a pesar de que los superan en fuerza y en poder.

2 Pedro 2:5

Tampoco perdonó a los que vivían en el tiempo de Noé cuando mandó un diluvio sobre los malvados. Tan solo protegió a ocho personas, incluyendo a Noé, que era un predicador de la justicia.

Lucas 8:31

Y estos le suplicaban a Jesús que no los mandara al abismo.

Juan 8:44

Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino. Nunca dice la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!

Marcos 5:7

―¿Por qué te metes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? —gritó con fuerza—. ¡Te ruego por Dios que no me castigues!

Mateo 8:29

De pronto le gritaron: ―¿Por qué te metes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a castigarnos antes del tiempo señalado?

Judas 1:13

Todos pueden ver sus actos vergonzosos, pues son como violentas olas del mar, que arrojan la espuma en la playa. Son como estrellas fugaces, condenadas para siempre a vagar en la más densa oscuridad.

2 Pedro 2:9

Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la tentación a los que viven como Dios quiere. Pero también sabe castigar a los malvados, y lo hará cuando llegue el día del juicio.

Romanos 11:21

Porque, si Dios no dudó en rechazar las ramas originales, tampoco dudará contigo.