Yo le había dicho a Tito que me sentía orgulloso de ustedes. Y no me han hecho quedar mal. Al contrario, todo lo que le dijimos a Tito de ustedes fue verdad, tan cierto como todo lo que a ustedes les hemos dicho.
Les tengo mucha confianza y me siento muy orgulloso de ustedes. Estoy muy contento; aun en medio de todas nuestras dificultades mi alegría es abundante.
Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Cada día se hacía más fuerte, pues todos respetaban al Señor. El número de creyentes iba creciendo, y eran todos fortalecidos por el Espíritu Santo.