como dicen las Escrituras: «Ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba».
Luego Jesús dijo a todos: ―Cuando los envié a ustedes sin monedero ni bolsa ni sandalias, ¿acaso les faltó algo? ―Nada —respondieron.
Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por ustedes.