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Referencias Cruzadas

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2 Corintios 7:7

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

No solo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló de su deseo por vernos, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí. Eso me llenó de alegría.

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34 Referencias Cruzadas  

Queridos hermanos en la fe, mucho he deseado escribirles acerca de la salvación que ustedes y yo compartimos. Pero ahora siento la necesidad de escribirles acerca de otro asunto: para rogarles que luchen fuertemente por defender todo en lo que hemos creído. Porque esa enseñanza fue entregada para siempre a los creyentes.

Mientras tanto, suspiramos con el deseo de ya vivir en nuestra casa del cielo.

Me alegré muchísimo al saber que algunos de ustedes, que son parte de la iglesia, siguen viviendo de acuerdo a la verdad que se les ha enseñado. Así es como Dios el Padre nos ha ordenado vivir.

Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Oró con mucha confianza pidiendo a Dios que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio.

Por eso es necesario que prestemos más atención al mensaje que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo.

Saber que su fe en el Señor es firme nos ha llenado de nuevas fuerzas.

Ahora Timoteo acaba de volver de Tesalónica con buenas noticias de cómo ustedes se aman y siguen confiando en Jesús. Nos dice que ustedes siempre se acuerdan con alegría de nosotros y que tienen muchas ganas de vernos, tanto como nosotros a ustedes.

Aunque estoy físicamente ausente, los acompaño en espíritu, y me alegro al ver que todo lo hacen con orden y que su fe en Cristo es firme.

Tengo el gran deseo y la firme confianza de que en nada seré avergonzado. Al contrario, ya sea que yo viva o muera, ahora y siempre quiero ser valiente, para que Cristo sea grandemente alabado por medio de mí.

Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por ustedes.

Por eso les escribí: para ver si pasan la prueba de la completa obediencia.

lo que ahora entienden en parte. Así podrán sentirse orgullosos de nosotros, como también nosotros de ustedes en el día que el Señor Jesús vuelva.

Mejor dicho, para que unos a otros nos animemos con la confianza que compartimos.

Cuando él llegó y vio las evidencias de la bondad de Dios, se alegró. Entonces animó a todos a seguir firmes en la obediencia al Señor.

Y, como estaba angustiado, se puso a orar con más fuerza. Su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.

Entonces Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: «Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces». Y, saliendo de allí, lloró amargamente.

Dichosos los que lloran, porque serán consolados.

¡Y ustedes se sienten orgullosos de esto! Más bien deberían sentirse tristes y echar fuera a ese hombre.

y ayuda en todas nuestras dificultades. Así, con la misma ayuda que de Dios hemos recibido, también nosotros podemos ayudar a todos los que sufren.

Pero Dios, que consuela a los tristes, nos consoló con la llegada de Tito.

Aunque mi carta los llenó de tristeza, no me arrepiento de haberla enviado. Es verdad que antes lamenté haberla enviado, porque me di cuenta de que por un tiempo los había entristecido.




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