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Referencias Cruzadas

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2 Corintios 7:11

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

¿Cuál ha sido el resultado de esta tristeza que Dios les causó? Pues ustedes se esforzaron grandemente en pedirme disculpas. Con tal de que se hiciera justicia, ustedes mostraron enojo, temor, deseo, preocupación y ganas. En todo han demostrado su inocencia en este asunto.

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54 Referencias Cruzadas  

Si de esta manera sirven a Cristo, entonces Dios estará contento y la gente hablará bien de ustedes.

Esfuérzate por presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que enseña correctamente el verdadero mensaje.

No solo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló de su deseo por vernos, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí. Eso me llenó de alegría.

Dios juzgará a los que no son de la iglesia. Pero, si se trata de gente de la iglesia, las Escrituras dicen: «Expulsen al malvado de entre ustedes».

Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, toma esto en serio y arrepiéntete.

Salven a los que puedan, para que eviten ir al fuego del infierno. Tengan compasión de los demás, pero háganlo con cuidado. Odien hasta la ropa que ha estado en contacto con el cuerpo de los que hacen el mal.

Los niños recién nacidos desean con fuerza la leche pura que los hará crecer. Busquen ustedes todo lo que es bueno, para que crezcan espiritualmente y disfruten su salvación.

Ustedes llaman Padre al Dios que juzga por igual las acciones de cada uno. Por eso deben ser humildes y obedientes mientras vivan en este mundo como si fueran extranjeros.

La promesa de gozar de su descanso todavía permanece. Pero debemos tener cuidado, pues alguno de ustedes podría quedarse sin disfrutarlo.

Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo enseñes una y otra vez, para que los que han creído en Dios se esfuercen en hacer lo bueno. Esto es excelente y provechoso para todos.

Mis queridos hermanos en la fe, ustedes siempre han obedecido. Y, así como lo han hecho en mi presencia, háganlo mucho más ahora en mi ausencia. Por eso les pido que con todo respeto y amor a Dios vivan demostrando que son salvos.

No se junten con los que gustan de la oscuridad para hacer el mal. Al contrario, dejen que todos sepan de su maldad.

«Si se enojan, no pequen». No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol.

Le pedimos a Dios en oración que ustedes no hagan nada malo. Y no lo pedimos para demostrar nuestro éxito, sino para que hagan lo bueno, aunque parezca que nosotros hemos fracasado.

porque sé que tienen buenos deseos de ayudar. Esto lo he comentado con orgullo entre los macedonios. Les he dicho que, desde el año pasado, ustedes los de Acaya estaban preparados para dar. El entusiasmo de ustedes ha motivado a la mayoría de ellos.

Queridos hermanos en la fe, ya que Dios nos ha hecho estas promesas, limpiemos nuestro cuerpo y espíritu de todo mal. Respetemos a Dios, porque así llegaremos a ser completamente santos.

Más bien, en todo y con mucha paciencia, demostramos que somos servidores de Dios. Pues con paciencia soportamos los sufrimientos, las necesidades y las dificultades.

Para él es suficiente el castigo que le puso la mayoría.

Y lo hizo así para que no haya división en el cuerpo, sino que sus partes se preocupen por igual unas por otras.

¡Y ustedes se sienten orgullosos de esto! Más bien deberían sentirse tristes y echar fuera a ese hombre.

De acuerdo. Pero ellos fueron rechazados por su falta de fe, y tú aceptado por la fe. Así que no seas orgulloso, sino temeroso.

Mientras Pablo los esperaba en Atenas, le dolió en el alma ver que la ciudad estaba llena de ídolos.

Sus discípulos se acordaron de que las Escrituras dicen: «El celo por tu casa me consume».

Jesús se les quedó mirando. Estaba enojado y entristecido por su falta de compasión, y le dijo al hombre: ―Extiende la mano. Así que la extendió, y la mano le quedó curada.

Sin embargo, ahora me alegro, no porque se hayan entristecido, sino porque su tristeza los llevó al arrepentimiento. Pero esa tristeza es parte del plan de Dios, y por eso no les hemos causado ningún mal al enviarla.

Pero, y hablo como ser humano que soy, si nuestra maldad hace que la justicia de Dios sea reconocida, ¿qué diremos? ¿Que Dios es injusto al enojarse y castigarnos?

Que nadie le cause mal a su hermano en la fe ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya les hemos dicho y advertido.

A los que pecan, repréndelos en público para que sirva de advertencia a los demás.

En cambio, la sabiduría que Dios da es ante todo pura, es decir, no produce maldad. Al contrario, produce paz, bondad, amabilidad, compasión y buenas acciones. El que tiene sabiduría de Dios trata a todos por igual y es sincero.




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